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Hermanos de la Sagrada Familia

Ser Hermano

[vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]La figura del Hermano no es siempre bien comprendida por quienes nos rodean. En algunas ocasiones se oye decir a la gente ¿Cuántos años le faltan para ser sacerdote? La respuesta es esta: “al Hermano no le falta ningún año para ser sacerdote, porque ser Hermano es su vocación en la Iglesia.”

La vocación de Hermano, característica del religioso laico, hace referencia inmediata a la FRATERNIDAD y, por lo tanto, a la Comunidad.

El religioso Hermano no  participa del ministerio ordenado sino que actúa en el ministerio eclesial confiado a su Congregación al ser aprobada por la Iglesia.

El Hno. Gabriel en sus escritos, y, sobre todo, en las diversas ediciones de la Regla de vida, supo dar un perfil bien definido a la identidad del Hermano como religioso laico, con una misión propia de servicio a la Iglesia y a la sociedad; misión que se lleva a cabo mediante el ejercicio de varios ministerios laicales y de una serie de actividades específicas, entre las que se destacan la educación cristiana, la catequesis y el servicio litúrgico parroquial.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»144″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El Hermano de la Sagrada Familia es, ante todo, un consagrado, un hombre de Dios, un animador de la comunidad cristiana; un educador en valores, que se esfuerza por lograr una sociedad más justa y fraternal. Esto es lo que aporta un Hermano a la Iglesia con su ser y con su obrar; por eso se dice que la presencia de un Hermano,  es un don de Dios para la iglesia.

A ejemplo de la Sagrada Familia: Jesús, María y José, los Hermanos viven en oración, trabajo y amor.

ORACIÓN

La opción por la Vida Religiosa se alimenta de la oración diaria. El Hermano ora todos los días en Comunidad por las necesidades de los hombres y para sostener su vocación.

TRABAJO

Ser Hermano significa estar y ser para los demás. El Proyecto de Vida del Hermano consiste en dar y en darse. Por eso pone gustosamente sus talentos, su tiempo, su capacidad y su ser al servicio de la obra de Dios. Para poder desarrollar su actividad, el Hermano adquiere una sólida preparación profesional y teológica.

AMOR

La vida comunitaria consiste en compartir gustosamente con los demás la pasión por Dios, el deseo de servir, el don de la gratuidad y la generosidad en el trabajo diario.

Los Hermanos forman una familia-comunidad donde cada uno es acogido, estimado, amado y ayudado.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]